Le diré de mí mismo que soy un hijo de mi tiempo, un hijo de la increencia y de la duda, lo he sido hasta ahora e incluso (lo sé) lo seré hasta que me muera. Cuántas penas me ha costado ya mi sed de fe y cuántas me cuesta todavía. Una fe que se vuelve más fuerte en mi alma cuantos más argumentos contra ella encuentro.

Fiodor Dostoievsky

20 septiembre, 2007

300; HOMENAJES Y CRÍTICAS

Ahora que he visto que sale al mercado el dvd de 300, hice una crítica en un periódico en el que escribía que nunca llegó a ser publicada (cortes de presupuesto y ulterior cierre) por lo que la pongo en el blog para aquel interesado en leerla si ha visto el film (si no lo ha visto también). También es un pequeño reconocimiento-homenaje a uno de los mejores bloggers que tengo la suerte de leer a menudo y es que éste se hace llamar Leónidas, no sé si por el espartano. Así que dedicado a Leo y a Gusifluky.


300

Una arenga sirve como marco a una excelente historia, una arenga que sirve para enfervorizar a treinta mil espartanos, una arenga contada por un hombre que nos sirve para conocer la tremenda historia de Leónidas (Gerard Butler) y sus trescientos soldados espartanos en una batalla desigual y tremebunda; una lucha de tintes épicos y suicidas contra el ciclópeo ejército de un andrógino Jerjes (Rodrigo Santiago).

Ser espartano no sólo era ser un ciudadano griego más, ser espartano era un sentimiento, acatar una ley de vida brutal y presta al sacrificio (los recién nacidos en Esparta con algún defecto físico eran arrojados por un barranco).

El director Zack Snyder, en comandita con el prestigioso dibujante de cómics Frank Miller, nos presentan un film sorprendente en cuanto al apartado visual que, en ocasiones, parece moverse por auténticos lienzos y en cuanto el apartado de la trama (siguiendo el cómic de Miller) que nos mantiene pegados a la butaca en total catarsis cinematográfica. El que fuera director del remake El amanecer de los muertos ha queridos conservar toda la esencia impactante del cómic y la traslada a la pantalla con esa estética que pudimos ver en Sin City y con toda la crudeza de las batallas del mundo clásico porque las gestas que van consiguiendo los espartanos, algunas ralentizadas para causar sensación de estar viendo una viñeta, son a base de sangre, amputaciones, decapitaciones y muertes mostradas sin ningún pudor.

No quiso Frank Miller dotar de pura verdad histórica su magnífica obra y las imprecisiones serán constantes pero habrá que tener en cuenta que el director ha seguido el cómic al pie de la letra y no ha hecho un péplum al uso y si vemos la película relacionaremos el duro inicio del joven Leónidas contra los elementos y la estrategia de la matanza del lobo con la famosa batalla de las Termópilas en la que se verá inmerso. Historia llena de traición, lealtad y amor en el bando espartano y plena de sexualidad, aberración, monstruosidad, misticismo y magnitud en el bando persa liderado por un gigantesco Jerjes. Como he dicho antes, las batallas son vistosas y lacerantes, llevada hasta un grado sumo de coreografía espartana engrasada perfectamente para ejecutar lo único para lo que ha nacido: matar. Las imágenes llegan a conturbar en ciertos momentos del film: la muerte de un hijo, el final totalmente trágico, la traición del consejo, el rechazo a un espartano… Pero es en el final cuando realmente sabemos el porqué de la voz en off y que nos encontramos ante un flashback fílmico transmutado en arenga.

Gran película. Muchas gracias.





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1 comentario:

  1. Hombre, Sensei, pues muchas gracias por lo que me toca. Y no, lo de mi alias leonidiano nada tiene que ver con ese personaje, simplemente busqué un nombre sonoro, inusual y un poco extravagante. Fue tiempo después cuando supe lo de mi "tocayo", y es que la Historia no es lo mío.

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Un comentario puede hacer que este pobre mujik tome aire y se decida a escribir de nuevo ante el inusitado clamor popular.