Le diré de mí mismo que soy un hijo de mi tiempo, un hijo de la increencia y de la duda, lo he sido hasta ahora e incluso (lo sé) lo seré hasta que me muera. Cuántas penas me ha costado ya mi sed de fe y cuántas me cuesta todavía. Una fe que se vuelve más fuerte en mi alma cuantos más argumentos contra ella encuentro.

Fiodor Dostoievsky

26 septiembre, 2007

MALOS MOMENTOS

Llevaba un tiempo sin escribir nada porque resulta que no atravieso por uno de los mejores momentos de mi no tan larga vida, los estudios son a veces traicioneros.
Quizá no sea el mejor momento para redactar algo y colgarlo en este blog, quizá, aunque yo no pueda, como sigo leyendo, ha habido un párrafo de un libro que me ha hecho agarrar de nuevo un poco de ilusión y alejar las visiones fantasmagóricas que me invadían la cabeza con sus susurros atiplados, parar de una vez por todas con las lágrimas que recorrían mis delgados pómulos.
Quizá no tenga ganas de asemejarme a Rakólnikov, quizá no pueda pero gracias a Crimen y castigo saco la cabeza un poco del légamo en el que estaba sumergido hasta las cejas:

En algún sitio he leído, en algún sitio he leído que, una hora antes de su ejecución, un condenado a muerte decía o pensaba que si hubiera tenido que vivir en lo alto de un risco, en un espacio tan reducido que sólo le permitiera permanecer de pie, rodeado de precipicios, de tormentas, de un océano, de la eterna oscuridad, y la soledad eterna, y quedarse así, de pie sobre un palmo de roca, toda la vida, mil años, una eternidad, habría preferido vivir así que morir en aquel momento. ¡Cualquier cosa con tal de vivir, de vivir, de vivir! ¡Vivir como sea pero vivir! ¡Qué verdad tan grande! ¡El hombre es ruin! ¡Y también es ruin quien así le llama!


Fragmento de Crimen y castigo de Fiodor Dostoievski


Quizá no todo el mundo piense igual pero a mi me vale por hoy...



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