Gracias a una persona, mi frágil memoria recordó todo lo anteriormente escrito y me decidí a retomar mis antiguas tonterias (lecciones) blogueras. Quizá estos temas no primen en la red del entretenimiento constante, no quepa entre Tuentis, Messengeres, Youtubes o lo que quiera que prime pero para mi si que es interesante e instructivo a la que vez que grato pues no siempre lo que escucho es almacenado por mi cerebro para intentar saber su raíz, su historia o simplemente lograr averiguar qué se quiere decir con lo que se está diciendo.
En una efímera visita a mi querida abuela y tras un parón obligado de hablar de nuestras, cada vez menos, coincidentes vidas, oíamos la televisión de fondo que era vista por mi prima allí apostada con su refresco en la mano. El tema del programa de cuyo nombre no pretendo acordarme versaba sobre el casorio que quería montar nuestra más conspicuacuamente opípara Duquesa de tez abotargada, voz entrecortada y mirada laxa, cansada, aspecto batalleador y furiosa cual titán. En una de las imágenes pusieron al pretendiente ávido de dinero porque si no no se entiende su pretensión y mi prima, mina de oro para mis lecciones sin ínfulas, suelta:
- ¡Míralo, qué rechuzao va!
Mi asombro fue total y las ideas se me echaron encima, el blog había vuelto a tener a bien el recibir semejantes palabros populares.
Antes de decir nada que pudiera resultar teddy-oso (déjenme jugar) les diré que la estampa del bergante de marras era la del pulcro mármol de un santo se-pulcro, su estampa enhiesta mostraba las ganas de comerse el mundo y lo que no es el mundo también, guapo hasta decir basta, subnormal hasta el vómito y galante típico español que hace alarde de sus atributos haciéndolos desfilar ante la prensa henchidos de orgullo y hombría.
Después de tan agradable estampa y, esperando que se hayan formado una imagen más o menos precisa del tiparraco en cuestión, tomemos el diccionario, no el de la RAE, no me subestimen, sino el María Moliner y veo algunas cosas que me pueden llevar a mi fin último que es el de entender:
- chuzo 1 m. Palo con un pincho utilizable como arma; por ejemplo, el que usaban los serenos o vigilantes nocturnos en las ciudades.
- chuzón 2 (ant.) Botarga o persona vestida grotescamente que figuraba en las comedias antiguas.
- chuzón, -a (de chusco) 1 adj. Difícil de engañar. Astuto.
Bien, después de la visita obligada a la sabiduría me quedo pensando que mi prima, sin saberlo, claro está, retrataba a un tipo muy estirado, tanto como un pincho o más, vestido grotescamente aunque él no se percate de ello y a un hombre taimado muy a pesar de lo que pueda pensar nuestra querida Duquesa la de los innúmeres nobiliarios títulos.
No me sean rechuzaos.
Technorati Tags:rechuzao, palabra, refran, aguilas, youtube, tuenti, messenger, moliner, rae
Generated By Technorati Tag Generator
Y es que, como dijo el poeta, al final va a ser verdad lo de que "Todo lo sabemos entre todos". Ya te diré lo que me parece tu blog, una vez tenga tiempo para diseccionarlo como se merece (y se lo merece) y, en un presumidamente vano intento, me compre un diccionario para entender todas esas palabrejas cuasi decimonónicas que utilizas con acierto y desmesura a partes iguales.
ResponderEliminarUn saludo.
es complicadito de entender tu escrito pero es interesante
ResponderEliminarOtro artículo fantástico. Saludos cordiales y que tenga buen día.
ResponderEliminar-------------------------------
Poker Bono sin deposito