Le diré de mí mismo que soy un hijo de mi tiempo, un hijo de la increencia y de la duda, lo he sido hasta ahora e incluso (lo sé) lo seré hasta que me muera. Cuántas penas me ha costado ya mi sed de fe y cuántas me cuesta todavía. Una fe que se vuelve más fuerte en mi alma cuantos más argumentos contra ella encuentro.

Fiodor Dostoievsky

23 marzo, 2010

EXÉGESIS JUST FOR MEN



Hace ya mucho tiempo traje a este blog las sensaciones que me produjeron los cambios vistos en ciertos tipos de anuncios en los que la figura del hombre sufre una transformación acorde con la época en la que se circusncriben.


Sigamos pues con otro anuncio que vi el otro día y, cuanto menos, me hizo gracia aunque también me hizo pararme y pensar. Hablo del último anuncio de Just For Men
Ya el anterior anuncio de esta conocida marca tapa-canas-machas me dejó algo frío y descolocado; no sé si lo recuerdan pero fue aquél en el que unas niñas desesperadas por que su padre se comiere una rosca, hacen casi un pacto con el diablo para que el pobre hombre, tras aplicarse un precioso tinte en el pelo, follara sin descanso. Supongo que las muchachas, in hilo tempore, deseaban ser alcahuetas casamenteras pero con el crujir de muelles que les trajo el puto tinte pensaron que mejor dedicarse a otras cosas porque aquello sólo les había llevado a gastarse la paga en un buen tónico antiojeras, las noches nunca fueron a ser silenciosas. Les pasa por metomentodos.


Abandona la conocida marca a los niños y se mete en terreno del soltero follarín (follargas también dicho por las tierra aguileñas). No sé si se han parado siquiera a encender la tele en los tiempos que corren pero si lo ven, disfrútenlo. El soltero de marras habita su casa tan ricamente cuando, de repente, llama a la puerta un bombón cuarentero (no en cuarentena) para pedirle leche (signos sexuales al canto). Éste, ni corto ni perezoso, hace esperar a la muchacha mientras suponemos que va a hacer lo que sea por conseguir tan preciado néctar pues el anuncio nos hace pensar que no la tiene. El alma de cántaro sale por el balcón en un arrebato consumista y haciendo parkour extremo salta encima de un camión para más tarde descolgarse grácilmente por una farola. Tras llegar al super nos damos cuenta de que el motivo de jugarse la vida no es por y para darle toda su leche a la mujer sino que casi se deja los cuernos para comprarse un bote de Just For Men. Tras tintarse el pelo en tiempo récord, la mujer, asómbrense, todavía le espera sin un mal gesto, sólo preguntándose el por qué de tanta tardanza. Es el momento de abrir la puerta y darle a la mujer lo que había venido a buscar... Ésta, en un primer plano, muestra más su conformidad por el aspecto juvenil del hombre que por satisfacer el hecho que la había llevado allí. Menuda pichona.


El resumen del anuncio no llega a la claridad de la imagen pero me hacen gracia ciertas cosas. La marca cosmética ha dado al rol del hombre características que las compañías publicitarias suelen atribuir a la mujer. Ese madurito esperando a que le caiga la rubiaca del cielo para pedirle leche... sólo falta que lo hubieran pergeñado pintándose las uñicas. A la mujer le han otorgado características maculinas (hablando desde una semiótica del anuncio televisivo malo) y es ella la que va y pide, la que va y espera y es ella la que, con gestos quasi-obscenos, no bramará por la leche, por lo menos por la leche que se vende en tetra-brik. Su cara la delata.
Es el hombre en este anuncio el que está preocupado por estar guapo aunque no guapo dentro de una taxonomía clásica sino que su fin último es pillar cacho, sólo hay que ver cómo corre a por el milagroso tinte, es un salido de pro mientras que la mujer, al esperar tanto, muestra a las claras que su intención no es reclutar botellas de leche bajo sus filas, no, su propósito era desencadenar el ansia libidinosa de su procaz vecino.


Los tiempos cambian y yo me alegro pero para hacer un buen anuncio hacen falta buenos publicistas.



17 comentarios:

  1. Dios eterno! eso hay que verlo!

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  2. Siento no poder poner el anuncio pero no lo encuentro, sigo en ello.

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  3. ¡Qué bueno Sensei Katorga! Me he reído mucho leyendo tu entrada, jejeje.
    Tienes toda la razón en que los roles están cambiando y es ahora cuando el hombre debe estar atractivo, como mínimo para hacérselo con la impresionante tía que le sobreviene de golpe.
    Creo que deberíamos reflexionar sobre: ¿es tan rápido y efectivo realmente el "Just for men"? Tal vez sea este el toque fabuloso, más que todo lo otro, que también peca de inverosímil.
    ¡Saludos!

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  4. Tendré que empezar a comprar leche.

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  5. Ya está bien que se reconozca que los tíos foll.. cuando nosotras queremos... (alguna excepción habrá)

    Me ha gustado mucho la entrada.

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  6. Jajajaja.

    Con esta me he reído mucho. Aún me río con el parkour.

    Pues yo no sé si comprarme leche, llast for men, las 2 coas, o ponerme a practicar parkour, jajajaja.

    Vaya mierda de publicidad, cae en lo ridículo, él haciendo el payaso y ella "esperando la leche canosa".

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  7. (Fuera de concurso)

    Sensei: ¿Cómo me hago "seguidor"de tu blog? He visto que te has alistado al mío pero no sé devolver la jugada.

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  8. Ah, pero... ¿no era a por leche por lo que iba? Y en otro orden de cosas: bienaventurados los que tienen canas que tapar

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  9. Sensei: olvídalo; ya lo he eliminado lo de seguidores al ver que ni J ni tú teníais.
    Me vino de fábrica y no sabía cómo iba eso.

    Mersi bocú.

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  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  11. Desclasado: Yo no pongo los seguidores porque necesito algún hueco libre en el que escribir mis tontunas. Es lo que tenemos las deidades blogosféricas (acompaño gesto como quitándome la caspa de los hombros, imaginario en tanto que no encuentro un emoticón suficientemente descriptivo).

    Nota: ¡Coño, acabo de ver que la palabra esa que hay que meter como verificación del comentario es warri! ¿Será por lo de la caspa? ¿Habrá un yusformen anticaspa? ¡Por dIOS, que no se me haya derramado la leche por lo alto!

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  12. Dante: Gracias por venir por aquí. La verdad que viendo el anuncio dan ganas de comprarse el potingue aunque las canas también tendrán su punto para las lobas.

    P: El ensalzamiento del follarín es esto.

    Desclasado: Yo de ti me compro tó lo habío y por haber si se te pone la rubiaca delante. Al tio, me da a mi, que le da el canguele y se va echando leches del piso pero luego se lo piensa y vuelve que se las pela.
    Lo de los seguidores es, como ves, "quitable", así que si ya lo has solucionado, ok.

    Leandro: A por leche iba y se quedó. Bienaventurados porque mi frente se va despejando cada verano. Amén.

    Comentario suprimido: Gracias por no comentar o si, no sé qué decir.

    J o el gurú del web 2.0, deidad del teclado y casposo relamido: ¿Te pone warri? Éstos de Google son unos cabrones adivina comentarios. Nos vigilan la leche.

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  13. He visto el anuncio!
    Vaaaaaaaya teeeeela!!!

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  14. Amor: Es que después de ver el anuncio uno se queda diciendo justo lo que has dicho tú. Vaya telita. Jeje.

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  15. La primera vez que vi ese anuncio senti una gran tristeza.
    Las vacas que conocemos hoy día, las que dan leche, no eran en origen exactamente así, son el fruto de muchos años de selección humana.
    La publicidad está haciendo a la humanidad lo que la humanidad les hizo a las vacas.
    Están creando estereotipos irreales que a fuerza de repetirse acabarán por hacerse reales.
    Gran tristeza, ya digo.
    Al que hizo ese anuncio, y al que autorizó su uso, deberían darles un toque de atención.
    Señores, para vender, no es necesario convertirnos en idiotas.
    Toque que no servirá de nada, porque la publicidad es eso: el arte de idiotizar al personal.

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  16. Eres un crak!!!!pienso lo mismo pero nunca lo hubiera analizado tan bien!!hacía mucho tiempo que no me reia tanto leyendo una crítica de un anuncio publicitario y típico americano!!un 10 a tu crítica, para mí la mejor parte la de las niñas "alcahuetas" jajajjajaj

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  17. Your articles are always interesting and understandable. Thank you!

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Un comentario puede hacer que este pobre mujik tome aire y se decida a escribir de nuevo ante el inusitado clamor popular.