Le diré de mí mismo que soy un hijo de mi tiempo, un hijo de la increencia y de la duda, lo he sido hasta ahora e incluso (lo sé) lo seré hasta que me muera. Cuántas penas me ha costado ya mi sed de fe y cuántas me cuesta todavía. Una fe que se vuelve más fuerte en mi alma cuantos más argumentos contra ella encuentro.

Fiodor Dostoievsky

10 marzo, 2010

TEORÍA DE BAR SOBRE LA NOSTALGIA

...tras dos Gin Tonics....

- ¿Sabes? Eres un nostálgico.
- Te acepto el comentario aunque te voy a decir que existen dos tipos de nostálgico. La nostalgia es una forma de de echar de menos y esa forma se manifiesta de diferente manera en el nostálgico. Tenemos aquellos que han creado en torno al concepto una serie de inextricables términos estúpidos que se mueven por el terreno de lo confuso. Es esta subespecie una clase que mira hacia el pasado agarrada a su tarjeta Visa, creyendo que son "vintages" o "retrocarcas" o como coño quieran llamarse. Es la forma en la que manifiestan su nostalgia, cogen del pasado lo que pueden pagar en el presente - vació el copón de Seagrams y se encendió un Chester sin prisas.
Luego tenemos al nostálgico que emana ese candor inconfundible y que echa mano de todo aquello que ha ido guardando desde su saberse nostálgico. Es esta una nostalgia distinta y, creo, en esencia, más pura. Sólo éste último siente la tristeza melancólica que origina su recuerdo, el primer tipo no alberga tristeza, amasa posesiones.
- Pasamos de creernos "vintages" a formar parte del lumpen.
- Mira, unos los somos dignamente, otros se lo creen.

8 comentarios:

  1. !Qué bueno!.

    Es lo que tiene, lo major de los Gin tonics es la compañía, lo peor el hielo.

    No pienso hablar de la nostalgia si no es con un pelotazo de Hendrick´s (el mio en vaso de sidra, por favor).

    ResponderEliminar
  2. No hago ascos a una buena Hendrick´s, la mía sin pepino, por favor.

    ResponderEliminar
  3. ¡Controlas!.

    Lo del pepino lo desconocían por esta ciudad hace años, tuvo que ponerlo de moda un barman loco…
    La gin de los piratas….

    ResponderEliminar
  4. Un amigo músico me decía: ojo con la nostalgia y la melancolía, que son las hermanas guapas de la tristeza (sí, lo reconozco, repito esto cada vez que puedo, y algunas veces que no puedo también). No tiene usted edad de ser nostálgico. Cuidese de la nostalgia: puede devenir vicio insano y patológico, créame

    ResponderEliminar
  5. A veces tendemos a pensar que todo es vacío y frío pero afortunadamente hay cosas que llenan nuestra existencia. Como ésta, por ejemplo.

    ResponderEliminar
  6. La nostalgia es tramposa, sólo recuerda e idealiza lo bueno.Quizás sea inevitable cuando te haces mayor, aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor". Qué coño mejor, que tenías 20 años menos, el pelo sin canas y ganas de pasarte por la quilla hasta una tortuga que se te cruzara.

    Ginebra: prueben sino la conocen ya, Gin "Xoriguer". La venden en licorerías, no es cara. Durante la estancia inglesa en Menorca, los isleños aprendieron a hacer ginebra y le dan su toque personal. Con Fanta de limón, sino recuerdo mal, se le llama "Pomada".

    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Leandro: No soy ya tan joven para la nostalgia pero cada día que pasa me acerca más al pesimismo. Serán cosas de las oposiciones éstas que me desgastan poco a poco.

    Eme: Bienvenida. La verdad es que la nostalgia es una forma de llenar el hueco vacío que, a veces, es imposible de rellenar sin recurrir a imágenes del pasado.

    Desclasado: La verdad que voy echando de menos esas noches locas en las que me podía beber hasta el agua de los charcos sin resentirme mucho por la mañana. Pero parafraseando al gran Bécquer: "esos no volverán".

    Supersalvajuan: Si llevo dos gin tonics seguro que alguno otro más cae porque esto es así. Estoy de acuerdo contigo y dos parece poquica cosa cuando estás libando semejante ambrosía.

    Gracias a todos por comentar y un saludo pa tós que no para los patos.

    ResponderEliminar

Un comentario puede hacer que este pobre mujik tome aire y se decida a escribir de nuevo ante el inusitado clamor popular.