Le diré de mí mismo que soy un hijo de mi tiempo, un hijo de la increencia y de la duda, lo he sido hasta ahora e incluso (lo sé) lo seré hasta que me muera. Cuántas penas me ha costado ya mi sed de fe y cuántas me cuesta todavía. Una fe que se vuelve más fuerte en mi alma cuantos más argumentos contra ella encuentro.

Fiodor Dostoievsky

14 febrero, 2011

AMOR CACOGRÁFICO

Resulta que mi café solo y mi cruasán pasan sin suspiro por mi ser, llevándome irrefrenablemente al váter más cercano, en este caso al del Corte Inglés más a mano, centro comercial de los placeres y el despilfarro en los que se reúnen las Damas y los Caballeros. Yo, sentado en el trono en el que las Damas y los Caballeros dejan de serlo pero que no deja de ser uno de los pocos sitios elegidos que quedan para el pensamiento filosófico (creyendo a pies juntillas a Sabato), me pongo a desenmarañar la información de las inscripciones.

Sobre la clásica inscripción de viva Franco, tachada y retachada la palabra viva, se podrían ejercer trabajos de descubrimiento, de lo que queda debajo de cada capa de bolígrafo, a modo de palimpsesto, para recuperar toda una idea generacional evolutiva. Se vislumbra por ahí un puto, un odio, mámasela a... Todo esto llevado a la complicación más académica, pues, surgen de esta frasecilla apócrifa flechas y reseñas que dan al todo dificultad esquemática. Las flechas salen de la inscripción madre y están hechas por exégetas que llevan al límite su lenguaje por saberse desconocidos, y arremeten contra los cuernos del caudillo, dejan llevar su imaginación hasta el coño malfollado de Carmen Polo, arremeten contra los contrarios al régimen con buenas dosis de cacofonías e hipérbatos e incluso se puede ver que un defecante ha imaginado cómo sería una sesión de cama con Franco en la que el hombrecillo sólo tendría que mandar que le fusilaran... el culo.

Más garabatos e inscripciones me sustentan en momentos de arrojo. Todas están tergiversadas, arañadas y rescritas, diversos tipos de letra y de tinta, algunas borrosas y otras frescas, adjetivos cambiados por otros más onerosos, adverbios de cantidad usados para que la cantidad asuste e hiera, rimas asonantes hechas por niños con léxico de hombres y por las esquinas de la puerta verde, anuncios, orlas y ofrecimientos de teléfonos para escarceos amorosos sin pretensiones.

Los teléfonos y los ofrecimientos son apabullados por la cantidad de comentarios que suscitan, gente que quiere comer rabos es atacada por individuos que no gustan de bregar en semejantes gestas de inmundicia y escorzos, otros que atacan al misógino rebajándose a su nivel para taladrar sus culos cerrados al mundo, números tachados por miedo al rechazo que esperas encontrar en un váter público o encíclicas dirigidas al sumo cagón que toma posesión del cargo en el mismo momento en que su recto cruje. Y entre la maraña salvaje de tinta se deja ver una pequeña inscripción que todavía cree en el ser humano, que todavía cree en la fuerza de la escritura y deletrea sus señas y su deseo de encontrarse con el Príncipe del gráfico excremento. Un portento de esperanza y mal gusto.

Es aquí dónde está la verdad última de la raza, el amor y la mierda. Damas y Caballeros.

16 comentarios:

  1. Olvida el café y pasa directamente al gintonic.

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  2. Cuando el mundo pete y los extraterrestres se asomen por aquí para ver cómo éramos, las pintadas en las puertas de los baños de los aseos públicos serán nuestro legado. Cada váter es una nueva Altamira.

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  3. Yo también lo leo todo, compañero.

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  4. Sí, y a veces nos quedaríamos de piedra ante el rostro de los firmantes. Gente que a lo mejor no ha roto un plato en su vida y se descarga con un epitafio demoledor desde un retrete.
    Algo me toca en suerte en mi trabajo en un centro lúdico, supuestamente inventado para la gente que se supone "bien" y que ni te cuento las que preparan a diario. Como se ha abierto hace 8 meses, todavía las pintadas en los servicios no han aflorado, pero ya se han desquitado con los secadores, las jaboneras, las perchas y toda clase de adornos...

    Salud2

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  5. (III intento de publicar comentario) ¿Para cuándo un estudio pormenorizado de pintadas de servicios? Desde un punto de vista antropológico, lingüístico, artístico... o por zonas: universidades, bares de carreteras, gasolineras, hipermercados...¿Y por qué yo nunca me he decidido a dejar mi impronta si llevaba bolígrafo o punzón o buril encima? Ay...

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  6. En fin... Bolígrafo, quita la d.
    Sí. Algunas tonterías de los puertas de los cuartos de baño tienen su gracia.
    El otro día vi una de los trabajadores de un sitio y eran todas bastante racistas. Con insultos y groserías a rumanos, latinoamericanos... De todo, pero era la tónica general. Me pregunté si había algún trabajador emigrante en el grupo y cómo se sentiría leyendo todas aquellas gilipolleces.
    Un saludo.

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  7. Supersalva: Pues me parece feo entrar a una cafetería a las 9 de la mañana y escupir que quieres un cruasán calentito y un gin tonic es un método más que seguro, no para cagar con cierta regularidad, para dejarte media vida en el váter. Eso si, conozco casos significativos de gente que bebe copitas de anís cuando los niños todavía sueñan con ser un Gormiti.

    J: Ya te veo vestido de semiespeleólogo, con un buen clipper con tintes patrios, buscando cosas que merezcan la pena en el envés de las puertas de los cagaderos. ¿Serán los de las tías tan descriptivos? Estás perdío. A lo mejor estoy perdío yo.

    Amor: Mi novia no para de decirme que pare de leer todo lo que está escrito por la calle, pancarta, escaparate o cosa escrita en cualquier sitio insospechado y se lo recite mientras me río si me hace gracia. Tengo un problema, lector.

    Froilán: Cómo somos. Entramos a un servicio público que nos traga nuestras inmundicias, adecentado y hasta bonito en algunos contados casos para romper todo lo que nos hace servilmente falta en casos de extrema delicadeza. Somos gilipollas. Puede que nos guste joder al prójimo. No olvidemos que el anonimato nos hace escribir estas palabras a muchos, a otros le sale más beneficioso escribirlas como medio y en otro medio para un fin mucho más erótico.

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  8. Patricia: A tu tercer intento, que ya desde el momento que aparece aquí no es considerado como tal sino como logro, contestaré pues. Pues no se me ocurre más que una pequeña historia de amor y váteres y tú lo elevas a categoría de estudio incluso partiendo de diferentes metodologías. Joder, estaría bien y arrojaría resultados, quizá, vergonzantes sobre la especie. Imagínate a Dostoievsky en portentosa ceremonia, leyendo un comentario en la puerta de un antro cerca del Nevá, subyugando cada palabra para acabar descifrando el alma del que escribe, de sus deseos y anhelos. Pensar en Dostoiesky cagando no hace más que levantarme una sonrisa que dignifica y humaniza al monstruo convulso.

    David: ¿Bolígrado? Una mezcla de bolígrafo y plantígrado derivada, quizá, una confusión propiciada por el documental de la 2 de ayer. No lo sé. Creo que la esencia de las pintadas es la de despertar en el lector ideal del sitio (conociendo el contexto y a sus cagantes) la controversia y sus más afilados sinónimos cuando no, el insulto, que nos da, no muy velado, la respuesta a qué problemas acucian a cierta parte de los que nos rodean muchos días. Ahora me voy a cambiar mi laxus calami con gusto.

    Gracias por vuestro tiempo. Cagar veredes.

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  9. Sensei, no habrá cosas más agradables que vaciarse en El Corte Inglés...

    Has citado a Sabato, lo cual me hace hacerte una reverencia, en estos tiempos que corren, vistos y antevistos [en sus ensayos, en sus novelas] por ese señor que se está yendo de a poco a esa innombrable que sin embargo llamamos muerte. 100 años cumple este año.

    Un saludo, Sensei. Y mucha mierda.

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  10. Jajajajajajajajaa.

    Haces como yo en este aspecto, somos de mismo cagar lector, jajajaja.

    Muy bueno lo de J. y la nueva Altamira.

    Joder, me habéis alegrado la mañana.

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  11. Me has llegado al alma con lo del clipper con tintes patrios. Sí, soy un agente doble. Y no es que esté perdido, es que he borrado "bar" de la lista de cosas que hacer hoy. Igual mañana, cuando lo de las golondrinas y las alas a posar.

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  12. A colgar, es a colgar. Y hablando de colgados, ya no veo al filósofo por el máster del universo...

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  13. Kez: Razón no te falta. Todo este post recuerda a un pasaje de Sabato en Sobre héroes y tumbas, mucho mejor escrito por el maestro, como no. Mi próxima lectura pendiente es Abbadón el exterminador para terminar con la trilogía. Saludos señor Kez, otra reverencia para usted.
    - Bueno, pero dejad de chuparos las pollas.
    -¡Vale!, sólo intento ser amable.
    Mucha mierda para todos que mejor nos irá, vestidos de amarillo chillón, eso si.

    Desclasado: Hermanos de mierda, pues.
    - ¿Quizá suene mal? ¿No?
    - Bueno, es que los que disfrutamos de la cultura urbana en los sumideros somos eso, hermanos.
    - ¿Pero de mierda?
    - Joder, no te quedes en eso, quédate con que le ha gustado Altamira y el señor J, sin contar con que le hemos alargado la mañana?
    - ¿Alargado?
    - Huy, perdón, jeje, alegrado.
    Un tremendo placer tenerte por aquí que con la caterva de seguidores que tienes es difícil tener tiempo. Saludos.

    J: Jajaja. Te has vuelto un eremita, un chaval eremita que poco dormita. Haber si te veo algún día que los astros nos unan por aquellas barras. Mi colega si va, ahora mismo está por allí, será cuestión de asignaturas, yo que sé. Lo mismo me dice que va y cuando sale se vuelve un mercernario a las órdenes del consulado del Barrio del Progreso.
    -¡Que va!

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  14. xDDDD Y eso en los váteres del Corte Inglés... Imagina otros ubicados en tugurios y areas marginales.

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  15. Dani: He tenido el dudoso honor de tener encuentros con inodoros que pierden el nombre en cuanto los ves, ahí lo difícil es encontrar puertas que te ayuden o pestillos que te den intimidad. Saludos señor Dani.

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  16. There are so many developers working on this segment but this is one of the best innovative idea ever.

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Un comentario puede hacer que este pobre mujik tome aire y se decida a escribir de nuevo ante el inusitado clamor popular.