Le diré de mí mismo que soy un hijo de mi tiempo, un hijo de la increencia y de la duda, lo he sido hasta ahora e incluso (lo sé) lo seré hasta que me muera. Cuántas penas me ha costado ya mi sed de fe y cuántas me cuesta todavía. Una fe que se vuelve más fuerte en mi alma cuantos más argumentos contra ella encuentro.

Fiodor Dostoievsky

01 febrero, 2011

SABERSE PERSONAJE*

Lo tenía a cinco pasos y me parecía un desgraciado.

Las primeras impresiones me condicionan cuando, ante mi supuesta salvación, me encuentro con semejante borracho, beodo de barra y tercio, rancio, mohíno, asqueroso.
No fue fácil dar con alguien que pudiera orientarme en este mundo en el que no podía andar de la misma manera sabiendo de mis poderes concedidos, no he perdido estos extraños reflejos heroicos que dañan y zahieren a colchón que ven. Las cavilaciones mientras me dirigía al bar donde me citó este extraño pero borrachín personaje me rondaban la cabeza, era imperiosa la necesidad de conocer a gente de mi especie, escupirle a la cara aquello de que rajaba colchones con el capullo y que no se riera de mi sino que me entendiera y me apaciguara, que me dijera que él..., no sé,... tuviera hirsutismo, aún siendo un hombre, en los sobacos y entonces yo me reiría y pondría cara de entusiasmado cuando en realidad no entiendo una mierda de lo que me dice e interiormente me corroe la pregunta de para qué cojones dirá éste que eso es un superpoder.

Todo esto pensaba y más, hasta que llegué al bar dónde me citó, La Bodeguilla del Casino, entré y lo distinguí porque era el único acodado en la barra, una buena taza de lo que yo creí café se diluía por su garganta de esparto.

Lo tenía a tres pasos y me parecía un personaje.

Tenía una gorra en la barra y estaba dormitando, pedí un gintonic cortito de tonic ante la portentosa estantería que mostraba el garito, le pregunté que si era él, me dijo que si, se pidió un coñá (sic) y emitió un extraño sonido con su garganta. Esto no va a ningún lado piensas cuando te atascas en estos sumideros que te llenan de angustia pero te da igual porque lo importante es participar.

Le conté mis superproblemas y su cara no mostró más que los mohines característicos de un bebdo que se pide siete coñacs mientras tu llevas medio martillazo y asiente y te dice cosas indescifrables para un neófito como yo en el mundo de la licra y los calzoncillos tintados. No te preocupes amigo mío, me dice, yo no me caliento tanto la cabeza como tú, nene, mira yo nací con extraños poderes que descubrí de casualidad a los diecitantos años cuando probé el coñá y descubrí que mi cuerpo era incapaz de sentir el frío, no tengo nunca frío, chaval.




En las katorgas siberianas, los presos se dedicaban a contar los postes que les recluían, un día tras otro, un hobby asumible, y es ahí donde mandé en mi imaginación a semejante salvador de nadie, a contar postes y a picar piedras en la Siberia más inhóspita y congelada, instantes después, muy muy seguido, lo mandé también a tomar por culo.

Tu nombre. Soy Soberano.

Pagué mi gintonic a la guapa camarera y desandé.

Lo tuve a siete pasos y me cagué en mi puta suerte.


*Dedicado al Lorqui. Ese personaje.

13 comentarios:

  1. A mí casi no me queda sitio en una parcelita que compré y que uso para desterrar a mis miserias, así que lo mismo te mando alguna para allá. No hace falta que les eches de comer.

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  2. Yo lo pondría a contar las arenas de una playa.
    Sensei, no me olvido de que en esa bodeguilla las copas de vino las llenan hasta arriba, ja, ja.

    Saludos.

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  3. Sensei, no nos puedes dejar tanto tiempo sin leerte.

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  4. J: Te compro parte de esa parcelita para poder sentirme en algún lado como en casa, si es lejos, mejor.

    Blue: Sabes que estás invitada a las copas que quieras, sólo falta que hagas acopio de fuerzas y te bajes para el sureste. Prometo que te presentaré a J. para que te pinche alguna que otra canción.

    Isla Misteriosa: Gracias, muchas gracias. La inspiración va por barrios y la mía está cada vez más yerma.

    Gracias señores y señoras
    vuela el viento, oscurece
    la noche y las musas revolotean
    como esporas. Me cago en tó lo que se menea.

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  5. Sensei, voy levantar los pies del suelo (todavía más), esperar a que la Tierra gire, y cuando el sureste quede debajo, me dejo caer.
    No es mal plan el tuyo. Que conste.
    Muchas gracias.

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  6. Este pobre mujik me ha hecho sonreir :-), así en la noche. Entré de casualidad en tu katorga en busca de información sobre eso, sobre katorgas. Quería una foto para mostrarles a mis chavales las condiciones en que vivió el pobre Fiodor en Siberia, a ver si los angustio un poco y tal. Y me encontré esta maravilla de blog. Es reconfortante ver que no está una sola en su pasión por los rusos, y en concreto, por nuestro Dostoievski. Hay algo en él que...bueno, ya sabes. Ea, sólo quería felicitarte por el blog, tienes nueva seguidora :-)

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  7. Blue: Complicado estará pero ahí queda esa invitación, que no nos farte de ná.

    Patricia: Creo que te excedes en tu comentario, cosa que no veo mal, jeje. Encantado de conocer a alguien que se regocija bajo la alargada sobra del viejo Fiodor mientras humea su samovar. Espero que a tus chavales les haya gustado tu explicación sobre las katorgas pero que sepas que aquí tienes otro tipo de katorga para cuando usted guste pasarse. Un saludo y bienvenida.

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  8. jaja me encanto la imagen jeje... pero los perros no van a hacer mucho caso..

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  9. Your analysis about this post Lo tenía a cinco pasos y me parecía un desgraciado. are quite nice and also believable. I think you should do more study regarding the topic.

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  10. Las cavilaciones mientras me dirigía al bar donde me citó este extraño pero borrachín personaje me rondaban la cabeza,

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Un comentario puede hacer que este pobre mujik tome aire y se decida a escribir de nuevo ante el inusitado clamor popular.