Le diré de mí mismo que soy un hijo de mi tiempo, un hijo de la increencia y de la duda, lo he sido hasta ahora e incluso (lo sé) lo seré hasta que me muera. Cuántas penas me ha costado ya mi sed de fe y cuántas me cuesta todavía. Una fe que se vuelve más fuerte en mi alma cuantos más argumentos contra ella encuentro.

Fiodor Dostoievsky

26 junio, 2007

SUSHI

Tengo una gran afición por comer en los restaurantes japoneses cuando viajo a alguna ciudad que no he visitado nunca. Lo primero de lo que me informo es de si éste o aquel sitio cuentan con un buen japonés. Entre los que he estado cuentan dos en Murcia (pues es donde vivo la mayor parte del tiempo), uno en Salamanca y otro en Granada. Fue justamente éste último donde más disfrute de la extensa carta que tenía, lo que más me llamó la atención y, por cierto, quedé estupefacto del agradable sabor, fue el sushi de anguila. Su delicada carne me encantó.

Mis próximos viajes serán a Bilbao y a Pamplona, donde, supongo, habrá algún que otro japonés.















Éste es el delicioso sushi de anguila.

2 comentarios:

  1. Hola, ¿en cuál estuviste en Granada? si se puede saber o si te acuerdas..

    ResponderEliminar
  2. Ufff, no me acuerdo, creo que estaba cerca de Plaza Nueva, sólo recuerdo que disfruté un montón.

    ResponderEliminar

Un comentario puede hacer que este pobre mujik tome aire y se decida a escribir de nuevo ante el inusitado clamor popular.