Le diré de mí mismo que soy un hijo de mi tiempo, un hijo de la increencia y de la duda, lo he sido hasta ahora e incluso (lo sé) lo seré hasta que me muera. Cuántas penas me ha costado ya mi sed de fe y cuántas me cuesta todavía. Una fe que se vuelve más fuerte en mi alma cuantos más argumentos contra ella encuentro.

Fiodor Dostoievsky

10 julio, 2007

ARQUITECTURA DE COBRE

Han llegado a ser una molestia, pesan demasiado cuando se acumulan en mis bolsillos, no sirven para casi nada... Hablo de los dichosos céntimos aquellos de color cobre que algunos, como yo, van metiendo en un pequeño monedero y se van haciendo realmente molestos sin que lleguemos a hacer nada. Hay gente que los ahorra con paciencia pero sé de una página en la que nos muestran cómo hacer algo ingenioso, instructivo y sea a la vez un magnífico ejercicio de concentración, precisión, paciencia e inteligencia.

Para muestra, un botón:








Hay figuras realmente impresionantes que han costado a tan peculiares arquitectos hasta ocho hora y media, según cuentan, de realización. Merece la pena pasarse a ver algunas porque hay bastantes más de las que podeis ver...


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3 comentarios:

  1. No me extraña que algunas "esculturas" les haya llevado tanto tiempo hacerlas. Yo sería incapaz de hacerlas.

    Un saludo.

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  2. ¡Hostias! Pero, esta gente usará pegamento, ¿no? ¿O es puro equilibrio?

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  3. Ante el dinero solo podemos crear astutas y arduas maneras.Formas caprichosas.Las torres de plata que mueven el mundo.Dinero dinero y mas dinero.Solo eso.
    Menudo peculio

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Un comentario puede hacer que este pobre mujik tome aire y se decida a escribir de nuevo ante el inusitado clamor popular.