Le diré de mí mismo que soy un hijo de mi tiempo, un hijo de la increencia y de la duda, lo he sido hasta ahora e incluso (lo sé) lo seré hasta que me muera. Cuántas penas me ha costado ya mi sed de fe y cuántas me cuesta todavía. Una fe que se vuelve más fuerte en mi alma cuantos más argumentos contra ella encuentro.

Fiodor Dostoievsky

24 marzo, 2010

VENDEMOTOS


Supongo que esta entrada (a las rodillas) puede reflejar uno de vuestros pensamientos cuando veis en un centro comercial, papelería, juguetería, sex shops (espero que no) o sucedáneos a gente que ha vendido hasta a su señor padre.

Había una vez un programa que nació titubeante, ocupando un lugar imperceptible en la temida parrilla televisiva, el monstruo del share vigilaba en lontananza hasta que, poco a poco, aquel programa fue creciendo de tamaño, un tamaño tan descomunal como uno de los huevos de Paul Banyan
El susodicho programa no era bienencarado, todo lo contrario, su tez era cetrina y su poca gracia hacía a la gente reír por no cagar; pero resulta que cruzando el charco en el que estaba metido, topóse con dos estrábicas hormigas que le acompañaron en sus andanzas, dotándole de gracia caduca.
Además de estas simpáticas hormigas, fue reclutando a los más variados engendros televisivos para su propio lucimiento: un extraño científico disléxico, un men in black en paro y a un calvo sin gracia pero mago. Este elenco, esta pléyade, era de órdago pero decidieron hacerse fuertes contratando rutilantes estrellas del firmamento de los euros al contado.

- ¡Guau! ¡Qué famosos somos! ¡Queremos perras!
(Aún retumba el eco de aquellos comentarios en los sets lóbregos de Cuatro).

El programa, listo como él solo, ávido de "pavos" de a 500, decidió que todo debía dar un pequeño gran giro. Si todos sus componentes eran estrellas (con fuerte jerarquía, como no), iconos en los que fijarse, por qué no vender hasta los derechos de una mierda gestada en vete tú a saber que water closed. Todo lo visto se puso a la venta y los pingües beneficios vinieron raudos al programa de marras.

Viendo el éxito alcanzado se propusieron, por qué no, ir más allá de las fronteras que les oprimían vendiendo su formato. 
- ¡Hurra!

Las hormigas, jóvenes y re-verdes, chuparon de la teta hasta desgajarse, que no separarse, para intentar acertar los acordes de las canciones facilonas (otrora impolutas y santas, cantadas sólo por amigos en simpáticas borracheras) de dibujos ochenteros. Escaso arte, demasiada repercusión.
Aún siguen chupando de la teta y gracias a su fama también chupan otras tetas.

Moraleja
No sé si esto se merece una coda porque, quizá, yo haría lo mismo (¡quiero los euros frescos que os sacan vuestros hijos!) pero, digo yo: ¿le llevará tanto éxito al hastío a alguien?

- Vete a dormir ya, hombre, por favor. O a zurrir mierdas con un látigo.



10 comentarios:

  1. Yo no entiendo toda la polvareda relacionada con este programa, incluyendo grupos en el feisbuk poniendo a parir a Pablo Motos. A ver, es muy sencillo: es un programa infantil. Infantil. Para los infantes. Ver a zanguangos que entraron en la veintena hace tiempo partirse el ojete con lo del "culo o codo" me es tan llamativo como encontrarme a la Esteban en una biblioteca, más que nada porque no las frecuento (ni a las unas ni a las otras). Claro, que ahora que lo pienso, La bola de cristal también era un programa infantil y yo lo disfruto ahora más que antes.

    *Era trampa. Cualquier comparación entre ambos programas es, sencillamente, descabellada.

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  2. Oye, Sensei, déjame un comentario en mi blog con tu e-mail, que tengo que preguntarte un par de cosas.

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  3. De los de Fasebus no estoy enterado porque ni siquiera tengo uno. No me gusta. Yo solo digo que no hace falta jugar con los niños para que sus padres les compren cada tarde un juego de Flipy, un efecto mariposa, unas hormigas, unas hormigas-llavero, unas hormigas papá noel, un bolígrafo, una cepillo de dientes que te canta... Es que es mucha mierda a la que da su nombre el citado programa. Sólo supongo que algún día todo acabará con el señor Motos hasta los cojones de hacer siempre lo mismo. Si no, pues seguirá siendo un vendío que vivirá mejor que yo por siempre jamás.

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  4. ¿Qué tiene de malo que un programa triunfe? No le veo el lado negativo al merchandising que ofrecen, habiendo como hay gente dispuesta a comprarlo. La vida es cuestión de gustos; es tan fácil como cambiar de canal.

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  5. Yo flipo batante con todo lo que venden, pero esnormal, los niños piden y se aprovecha, lo que me extraña de verdad es que Belén Esteban no tenga merchandising.

    Del programa solo me gusta Piedrahita, algo me pasa a mi con ese hombre, lo demás se repite un poco.

    Solo me molesta cómo tratan a los invitados, se aprovechan de que hay gente de promocion de disco o pelicula, deseando un minuto en la tele y luego no los dejan ni hablar.

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  6. Es sorprendente que un formato televisivo tan blanco, tan infantiloide, tenga como uno de sus guionistas a un escritor y bloguero tan irreverente y humorista de lo negro como José A. Pérez.

    O quizá es eso, no sé.


    !El código de validación es Tessis!

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  7. Zurda: Que han triunfado está claro, si nos quieren hacer partícipes de su triunfo al comprar cualquiera de sus múltiples productos, yo no soy partícipe. Sólo digo que esos productos son realmente caros y se aprovechan de la situación de los niños. Por supuesto que se puede cambiar de cadena, yo lo hago porque encima el programa sigue igual que hace ya un largo tiempo, no ofrece nada nuevo.

    Amor: Efectivamente, los invitados, algunas veces parecían combidados de piedra, dan la cara porque lo que es la palabra, poco. Los llevan al programa para el lucimiento de su formato, lo que tengan que decir es lo de menos. Yo me compraba una camiseta de la Esteban para quemarla a gusto.

    Neocronomicón: La verdad que el blog que dices no tiene desperdicio porque es todo él un desperdicio. Cuando se ponga a postear lo clava. Jeje.

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  8. No me entero...Si es el programa "El hormiguero" no lo he visto nunca.

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  9. Desclasado: Tenemos a un tío entre nosotros inteligente. Ole tus huevos por no dejarte llevar por el mando a distancia. Si es el Hormiguero y si no lo has visto nunca, no lo hagas, quedas advertido.

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Un comentario puede hacer que este pobre mujik tome aire y se decida a escribir de nuevo ante el inusitado clamor popular.