Le diré de mí mismo que soy un hijo de mi tiempo, un hijo de la increencia y de la duda, lo he sido hasta ahora e incluso (lo sé) lo seré hasta que me muera. Cuántas penas me ha costado ya mi sed de fe y cuántas me cuesta todavía. Una fe que se vuelve más fuerte en mi alma cuantos más argumentos contra ella encuentro.

Fiodor Dostoievsky

13 marzo, 2010

CHULOS MUY CHULOS

Lo has visto pasar mil veces por delante de ti y nunca has sabido qué cara poner. Te lo has encontrado en mil sitios manifestado en diferentes formas y has pensado muchísimas veces en mirar para abajo, disimulando todos los sentimientos que te provoca.

Hablamos del chulo prototípico, ese que cuando entra en un bar levanta una ola suspicaz de cuchicheos entre los asiduos, el que no pasa desapercibido y se siente encantado de tener ese porte portentoso que pasea como un gallo distinguido en todos los lugares que tienen el honor de oler su culo.

El chulo no suele disponer de atuendos prototípicos sino que se manifiesta en todas las clases por igual, el hecho de pertenecer a una u otra clase le confiere un grado significativo de chulería, me explico, no es lo mismo un chulo con dinero que uno sin un pavo.
Los he visto con las gafas de sol metidos en una Fnac JUGANDO al Guitar Hero creyéndose rock stars, los he visto cerrando sus antros y dejando pasar a los mismos a las tías que pasasen por su criba, he comido en sitios en los que han faltado modales a gente que se les suponen, me que quedado asombrado al ver pedir un Beefeater solo, sin cubitos, para parecer el más duro...

Algo que me encanta es una forma de enseñar su chulería: la mirada. No es la primera vez que me miran y me perdonan la vida a la vez o he visto los ojitos lascivos que se comen a cualquier cosa que no tenga rabo. Miran. Pero miran con ahínco.
Otras muchas veces los solemos distinguir porque les siguen una caterva de anormales que les alaban y le creen el macho dominante, el macho alfa(lfa), patrón de conducta y espejo en el que mirarse si se quiere llegar a llevar con dignidad una camisa abierta hasta el ombligo para lucir las joyas de oro o para mascar medio puro con un ojo medio cerrado y soltar gracejos guarros a las muchachicas. Y así, millones más.

Pero no hay muchos chulos que den la talla y expresen bien toda su chulería como el lamebolas Jesús de El gran Lebowski.



7 comentarios:

  1. Turturro y los Gipsy Kings, sí señor. La verdad es que no creo que ningún chulito de los que hablas lleguen ni siquiera a entender una secuencia así. Y por encima de las pistas visuales, lo que pone en evidencia a esta subespecie es el hecho de intentar abrir la boca para articular palabras y ver cómo no pasan de gruñidos inconexos entre baba y baba.

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  2. Saludos gran J:
    Algunas veces he babeado y me he dejado caer con palabras inconexas, es más, creo que tú me has visto y ha sido alguna noche de verano loca en la que cerrar el Casino se hacía casi que por obligación. Ahora, luego me recupero.
    La escena es magnífica, al igual que la peli, y si un chulillo de postín la ha visto y la ha disfrutado y tú me lo presentas, te invito a un copazo. Se ha dicho.

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  3. JAJAJAJAJAJA... "El macho alfa(lfa)".

    Eso no se me había ocurrido, hombre, lo utilizaré.

    Joder, una vez me estuvo cayendo mal, lo estuve tratando con desprecio, a un chaval normal al que yo catalogué de chulo por las uñas. Y resultó que el tío era guitarrista y un encanto de persona. Vaya cagada metí, jajaja.

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  4. Saludos señor Desclasado:
    Es que las pintas nos dan pistas pero no siempre tenemos al chulo por excelencia enfrente, no es tan fácil como pudiera parecer el encontrarlo. O llega el día y tól mundo te parece un chulo y un gilipollas. Quizá sea también algo anímico. Se mocurre.

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  5. jajajaj me ha gustado eso del lame-bolas...

    Saludos y un abrazo enorme.

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  6. Hiperión: Gracias por comentar. Es que realmente es un lamebolas aunque si ya nos ponemos picaruelos...

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  7. La verdad es que cada vez abundan más, la especie se expande cuando debería estar en extinción. Los que les siguen son los que alimentan su ego, el cual, por claro factor innato, es como el infinito. Entras a cualquier sitio de los que suelen habitar los susodichos y te miran como si fueras suya e intentan desnudarte con la mirada. Yo creo que realmente tienen fe ciega en que lo pueden hacer y no dejan de intentarlo. Cuando babean ya es que dan ganas de tirarles la copa encima o darles con la copa en la cabeza directamente.

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